miércoles, 23 de junio de 2010

Islas sangrientas

Resumen del volumen V, Islas sangrientas
En las naves de Abdul Hamez, el pérfido pirata turco se divierte humillando y torturando a sus galeotes; entre ellos aparece Stronck Goldstein, hermano de Beatriz y sobre todo el corsario bretón Truand Lascar, fuerte, vehemente y violento. Aparece un efebo bello y amanerado, diversión del pirata, que sólo después de mucho turbar e indignar a Lascar se descubrirá que es mujer disfrazada. En tierra todo se complica; un sicario de Beatriz, Ulrico Wolemburg, que cubierto de vendas es confundido con Faciatosta, libera a su ama que, furiosa, quema a su lugarteniente Wherung. No sólo eso, sino que el tal Wolemburg mata -sorpresa espectacular- al condotiero Faciatosta, cuando éste acababa de saber que tanto su prometida Madona Altiera como la hermana de ésta, Alicia, estaban enamoradas del que creen Corsi; suplanta al poderoso y secuestra a las hermanas Altiera. Poco después el inglés Mombray convence a Gubio Orsini, tras secuestrar a Sandra Renzo, de que si quiere liberar a su amada y adquirir la fortuna que necesita para casarse con ella debe traerle la cabeza del condotiero Faciatosta y de Corsi; él acepta, mata a quien cree Faciatosta -pero que es en realidad el esbirro tudesco- y se le presenta el auténtico Corsi; éste le insta a ir a liberar a su amada en una espectacular razzia cosa que hacen, matando a los esbirros de Mombray, perdonando la vida de la malvada y bella Viviane D’Aurigny y muriendo Orsini que paga así su traición; el que es auténtico Corsi respeta a las mujeres por el compromiso que formuló ante el “hidalgo lunático” mientras hace su aparición un extraño ser , Máscara de Cera, una suerte de fantasma femenino que parece y desaparece y que es la enigmática fuerza del misterioso hidalgo.
En alta mar Corsi/Gallardo se gana la confianza de Abdul y, tras darle Rasumi/Lechuga un somnífero que le administra el efebo que no es otro que una bella italiana de nombre Mila, liberan a Truand Lascar -su imprecación es siempre tonerre et misere!- quien libera sus hombres, también galeotes, y se hace con el mando de la nave. Las otras galeras de Abdul son asaltadas por Dom Corpacho y los bandidos corsos; los peores de ellos, una vez sometidos los buques, son encadenados al remo. Abdul, viéndose derrotado, se suicida y Gallardo le cuenta toda la verdad a Lascar para que éste se convierta en su fiel capitán al mando de las tres galeras. Acepta

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