martes, 22 de junio de 2010

Una primera referencia a Arnaldo Visconti

A inicios de los años cincuenta, Pedro Víctor Debrigode prácticamente abandonó el seudónimo Arnaldo Visconti. Su dedicación al género negro y al western le hicieron desterrar un nombre que le había consolidado como el gran autor de la novela de aventuras, un género que por aquellos años empezó a no interesar al público. El olvido no pudo con nombre tan legendario y así, cuarenta años después, en 1993, el recientemente fallecido Salvador Vázquez de Parga, en su excelente La novela policíaca en España, hizo una de las que tenemos documentadas como primeras referencias críticas a nuestro autor.

Pedro Víctor Debrigode Dugi, aun siendo otro de esos extraños fenómenos que produjo la narrativa popular de postguerra, no necesitó acudir al Yard para situar a los protagonistas de sus novelas. su capacidad imaginativa le permitía ambientar las historias en cualquier lugar del mundo, y su habilidad de escritor adaptrlas a cualquier estilo (...) En la primera aventura de este héroe -El visitante nocturno (1943)- aparecía la figura de un novelista colombiano, que no era precisamente el bueno de la historia, llamado Arnaldo Visconti, y este nombre al parecer cautivó a su inventor hasta el punto de adoptarlo como nuevo seudónimo; y lo hizo famoso gracias a las dilatadas aventuras de El Pirata Negro y a las menos dilatadas de El Galante Aventurero, Diego Montes y El Halcón. (...) Finalmente, cuando a partir de los años cincuenta se popularizaron las novelas de bolsillo, Pedro Víctor Debrigode Dugi llegó a hacer famosos su nuevo seudónimo, Peter Debry, con el que escribió relatos de acción y espionaje.

Salvador Vázquez de Parga, La novela policíaca en España, Editorial Ronsel, Barcelona, 1993 (p.144-145)

De Visconti a Vázquez de Parga. De maestro a maestro.

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