¿Por qué no resucitó El galante aventurero?

El final de la serie, precipitado y sin duda marcado por las exigencias editoriales, llevó a Visconti a matar a su héroe pero a dejar abierta la puerta a una posible resurrección. El hecho de no encontrar su cuerpo abría la posibilidad, cual si de un nuevo Holmes se tratase, a que Luys Gallardo reapareciese prodigiosamente en cualquier otra colección. No fue así. Aunque Debrigode intentó en la editorial Toray, con la colección Pabellón negro, volver a poner de moda la novela de aventuras, lo cierto es que ni los editores ni el mercado se mostraron especialmente interesados en el proyecto. Y allí se quedó el galante aventurero, desaparecido, quizás muerto. O quizás escondido en cualquier pueblo pesquero del Mediterráneo cantando canciones y enamorando a las muchachas...