miércoles, 23 de junio de 2010

Yo a los palacios subí...

Una de las más evidentes fuentes de El galante aventurero es el Don Juan Tenorio de José Zorrilla (1817-1893), obra escrita en 1844 que a lo largo del siglo XIX y del siglo XX gozó de extraordinaria popularidad consolidándose la tradición de representar dicho clásico en todos los teatros del país la festividad de Todos los Santos. El año 1949, año en que ve la luz nuestra serie, la popularidad de la obra de Zorrila no había disminuido un ápice y sin duda alguna los versos románticos eran conocidos por una gran mayoría de la población. Desde el mismo nombre de Luys -Luís Mejía es el antagonista de Don Juan Tenorio-, a la época del siglo XVI o a la caracterización galante del héroe -con su capacidad para enamorar a todas las damas pero su incapacidad para enamorarse de ninguna- debe mucho a la construcción que consolidó Zorrilla recogiendo una larga tradición que ya había sido desarrollada por Tirso de Molina en El convidado de piedra. No obstante ello, conviene recordar que toda la dimensión maligna del héroe presente en la forja del mito, desaparece por completo en la obra de Debrigode donde Luys Gallardo es presentado siempre como un héroe cuya misión en la vida es imponer el bien frente a cualquier injusticia.

No hay comentarios: